lunes, 9 de junio de 2014

En sólo un año se talaron al menos 3.800 árboles dentro del ejido

Vecina del Gutierrez

En el último año la delegación de Bosques local dio curso a 211 solicitudes de apeo. Se talaron dentro del ejido 3.800 plantas autóctonas y exóticas maderables. A esa cifra se suma la gran cantidad de árboles que se han talado por obra pública. El desarrollo urbano necesario fragmenta el bosque nativo y genera cambios no sólo en lo paisajístico, sino en lo ambiental.

Hace dos años y medio que está vigente la Ley Provincial de Ordenamiento de Bosque Nativo, que logró frenar el avance de la frontera inmobiliaria sobre bosques consolidados. De no haber existido, ya se habrían intervenido vastas zonas de bosque en la montaña.

En ese contexto,  hasta el momento, en estos dos años se presentaron 5 proyectos de cambio de uso de suelo en sectores categorizados en “verde”por la Ley de Bosques (bajo nivel de conservación, admite urbanizaciones).

Al margen de la circunstancia actual y de los megaproyectos para intervenir el bosque nativo, la realidad es que a este ritmo de desarrollo urbano, si no se prevén obras de mitigación y replantación de especies a largo plazo, no sólo se perderá el encanto paisajístico, sino que el impacto ambiental será más alarmante.

Todavía La Angostura es arbolada y las calles ostentan buena cobertura vegetal. Sin embargo, ya se advierten algunas consecuencias del desmonte y la fragmentación del bosque funcional.

“Hay una afectación ambiental por la fragmentación del bosque urbano. El agua cuando llueve corta calles por ejemplo, que son problemas ambientales que hay que tratar de reducir, como el manejo de escorrentías, contenciones, es obra pública. No está sujeto a discusión que debe desarrollarse el área urbana sí se puede discutir la manera para que esa fragmentación no tenga consecuencias ambientales”, asegura el Ing. Forestal Rodolfo Herrero, jefe de la delegación de Bosques local.

Asimismo, indica que el proceso de fragmentación es exponencial. “No es 2×2, es 2 al cuadrado. Porque vos dentro del ejido en sectores donde permite la ley el apeo de árboles, sacás un árbol, se caen 2, luego 4 y después solicitás el apeó de 6 por riesgo lógico de la infraestructura”, detalla.

Más allá de lo paisajístico y el valor turístico, el bosque andino patagónico cumple una función ambiental importante. Principalmente, la cobertura vegetal hace a la cohesión del suelo. En pendientes de más de 25 grados y con 2.000mm de lluvia anual, la masa boscosa evita la generación de lahares y movimientos de suelo. Además, la última erupción volcánica del 2011 dejó millones de toneladas de ceniza volcánica en la montaña, de las cuales parte ya se convirtió en nuevo suelo, y una gran cantidad va descendiendo de a poco a través de los arroyos.

Por eso, asegura Herrero, “tenemos que defender a ultranza las zonas más lábiles donde hay más vulnerabilidad y entendemos que de ciertas cotas para arriba –la cota 900-hay una alta vulnerabilidad y no se tiene que tocar, que se implanten los proyectos inmobiliarios en zonas bajas, en zonas vulnerables no. Si vos tocas arranca una catarata de problemas”. La vulnerabilidad entonces se convierte en riesgo ambiental.

Por otro lado, la localidad tampoco escapa al cambio climático global y los fenómenos de lluvia. Los antiguos pobladores recuerdan inviernos muy crudos con mucha cantidad de nieve en la zona baja de la montaña, inviernos que desde hace años ya no se experimentan.

“Tenés un cambio climático que está en el contexto y hay variaciones locales por cambios en la fisonomía que también impacta, aunque en menor medida, en el clima.Tenemos que mantener la cobertura del bosque, cada vez va haber menos cobertura y va a ser bastante catastrófico.Van a ser problemas urbanos”, advierte Herrero.

El profesional señala que para reducir las consecuencias ambientales es necesario primero mantener la cobertura en la parte baja, replantando especies nativas, y sí o sí no tocar el bosque sobre la cota 900.

Fuente: Suplemento  del día del Medio Ambiente (5 de junio) del  Diario “Río Negro” y Redacción DiarioAndino

http://www.diarioandino.com.ar/diario/2014/06/09/en-solo-un-ano-se-talaron-al-menos-3-800-arboles-dentro-del-ejido/

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